El pan es el alimento básico favorito del mundo. Cada país tiene su versión, y con toneladas de diferentes estilos y sabores disponibles en las tiendas, parece que el mundo no puede tener suficiente. Sin embargo, según una investigación realizada por Tesco, casi el 44% del pan comprado se desperdicia.
Entonces, la verdadera pregunta es, ¿cómo podemos evitar que esta dieta esencial se desperdicie en primer lugar?
Como favorito de la multitud, el pan tiende a comprarse en grandes cantidades, ya que es una opción asequible y saciante, pero se vuelve rancio y se deja rápidamente, lo que lleva al desperdicio de pan. Aprender a utilizar el pan duro puede ayudar a reducir el desperdicio. Por ejemplo, si terminas con los restos de comida de tus cenas, tostarlos es una forma deliciosa de refrescarlos. El pan duro también es excelente como agente aglutinante al hacer empanadas o para recubrir cualquier otro plato empanado. Saber cómo utilizar las sobras es clave para reducir el desperdicio.