Ideas frescas para aprovechar el pan duro
Consejo — 14.11.2018

Ideas frescas para aprovechar el pan duro

En Respect Food, todos nos ocupamos y preocupamos de aprovechar los alimentos para salvar el planeta. Estamos particularmente concienciados en aprovechar al máximo el pan. Los humanos empezaron a comer pan hace unos 30,000 años, y con el tiempo nuestro amor por el pan solo se ha fortalecido. Es un elemento básico de las cocinas de todo el mundo por una buena razón: es simple, barato, abundante y absolutamente delicioso. No necesitamos decirte qué puedes hacer con el pan fresco: disfrútalo como quieras: tostado o simplemente untado con mantequilla de hierbas. Sumergido en aceite de oliva y vinagre, combinado con aguacate o tomate fresco. Tu rebanada de pan es todo un mundo.

Es un ingrediente que encontramos en la cocina frecuentemente, pero el pan duro no tiene el mismo atractivo que un pan recién horneado. Afortunadamente, hay una gran cantidad de cosas que puedes hacer con él. Si tienes un poco de pan duro y quieres hacer que vuelva a ser perfectamente crujiente, primero prueba este simple truco: salpica tu pan con un poco de agua y ponlo en el horno durante diez minutos. Saldrá casi tan fresco como el día que lo compraste.

También puedes picarlo para hacer migas de pan. Pon todo su pan seco en un procesador de alimentos y ¡listo! A continuación, puedes agregar las hierbas y especias que desees. Ya sea para cubrir tortas de pescado o para cohesionar albóndigas de carne o verduras, las migajas de pan son una necesidad en la cocina de cualquier buen chef. Puedes preparar crutones cortando pan, echando un poco de aceite y horneando hasta que quede crujiente. El pan duro funciona increíblemente bien en sopas y ensaladas, ya que es especialmente bueno para absorber los sabores. Prueba a cocinar pancotto de pescado para una cena elegante y sabrosa.

Además puedes intentar hacer una sencilla Sopa de Ajo. Es un plato español que tiene orígenes humildes: fue creado por pastores castellanos, que necesitaban comida caliente y un importante aporte de energía para sus largos viajes. Los ingredientes clave son el caldo, el pan duro, una tonelada de ajo (puedes usar una cabeza de ajo entera), pimienta y aceite de oliva. Es una comida casera y económica que puede adaptarse de muchas maneras. Prueba a poner un poco de jamón serrano y huevos escalfados en el caldo antes de servir.

Si buscas algo para satisfacer tu gusto por lo dulce, siempre puedes preparar un delicioso pudín de pan y mantequilla, o probar un nuevo pudín de verano: es un clásico británico, saludable, fácil y riquísimo. Consigue algunas frambuesas, arándanos, moras y fresas (frescas o congeladas) y calienta en un jarabe de azúcar hasta que se ablanden. A continuación, coloca algunas rebanadas de pan cubriendo el interior de un bol antes de verter la mezcla de frutos y azúcar. Tapa y deja enfriar durante un mínimo de cuatro horas. Dale la vuelta para servir: el pan tiene la forma del cuenco y absorbe el jugo púrpura de las bayas, por lo que parece (y sabe) como el mismísimo cielo.

Si quieres preparar un sabroso desayuno y solo te queda pan duro, intenta cocinar torrijas, primero deber sumergir las rebanadas en una mezcla de huevo y posteriormente freirlas. Este plato se sirve dulce o salado, o ya sea agregando tocino o jarabe de arce.

Fuente: https://www.history.com/news/a-brief-history-of-bread