Lava las cebollas y las zanahorias. Corta, junto con el apio, en trozos grandes.
Calienta el aceite en una sartén grande, añade las verduras troceadas cuando el aceite esté caliente. Cocina hasta que queden blandas.
Lava los tomates y córtalos en rodajas gruesas. Añádelos a las verduras cocinadas. Remueve bien. Agrega las hojas de romero previamente separadas de los tallos. Cuando empiece a hervir, baja el fuego al mínimo y reduce a dos tercios del volumen inicial.
Retira la sartén del fuego y tritura la salsa con una batidora de mano. Sazona al gusto con sal y pimienta.
Esteriliza tus recipientes de vidrio, rellénalos con la salsa y cierra herméticamente. Almacena en lugar freso.