En China, el mayor productor del mundo hoy en día, los melocotones no son únicamente una comida deliciosa, sino que también es considerada una fruta mística. Los chinos tienen el dicho: “La primavera del melocotón va más allá de este mundo”. Lo usan para describir maravillas naturales fuera de lo común. El origen de este dicho es un cuento chino escrito hace dos mil años. Un día, el pescador del cuento descubre un “valle de flores de melocotón” lleno de maravillas donde las personas vivían en armonía con la naturaleza, lejos del mundo exterior. El valle de la flor del melocotón es un paraíso donde los melocotoneros se extienden hasta el horizonte y el suelo está cubierto de pétalos de flores de melocotón. Desde que se escribió ese relato, los melocotones han sido un símbolo de la inmortalidad y eternidad en China.
Se dice que los melocotones”miel” grandes y de color verde claro que se cultivan cerca de Shanghái de julio a agosto son los melocotones más jugosos del mundo y tienen un sabor y un aroma impresionantes. En China, el melocotón se frota durante unos minutos antes de comer para liberar el jugo y aprovechar al máximo la fruta. Luego se despega la piel y se come sin cortar.
Este árbol frutal fue traído a Irán y Anatolia desde China, y luego desde España a América. Esta fruta jugosa ha sido adoptada no solo en cada cocina que encuentra, sino también en todos los idiomas. Por ejemplo, los modismos sobre los melocotones en inglés son positivos y expresan felicidad. En francés, “piel de melocotón” se utiliza para describir una piel sana, suave y rosada. “Avoir la pêche” significa estar lleno de energía, feliz y sentirse bien.
Ahora, hablemos de cómo se preparan los melocotones en las cocinas de diferentes países. Lo primero que hay que mencionar es el pastel de melocotón, que es muy popular en Estados Unidos, particularmente en los estados del sur. Este postre es imprescindible para los buffets de verano en Georgia, también conocido como “The Peach State”. En este postre clásico, los melocotones se condimentan con especias como la canela, la nuez moscada y la vainilla, que luego se hornean y se derriten en tu boca cuando los pruebas. Otro acompañamiento para el postre, es hacer zumo, mezclarlo y cocinarlo con mantequilla, cuando el zumo de melocotón y la mantequilla en la masa comienzan a burbujear, la cobertura se vuelve de color marrón dorado, se saca del horno y se sirve caliente con helado de vainilla.