Trucos prácticos para almacenar y cocinar queso

Es difícil no adorar el queso. Ya sea extendido sobre la tostada de la mañana, a dados en una ensalada para la comida o simplemente como relleno de albóndigas, tiene el poder de convertir cualquier comida en una muy especial. Perder un ingrediente tan maravilloso sería una tragedia. Lamentablemente, desperdiciamos mucho queso, solo en el Reino Unido se tiran diariamente 3,1 millones de lonchas de queso. También son desperdiciados 360 000 toneladas de leche anualmente (puedes ver cómo guardar la tuya aquí).

Nunca ha sido tan importante aprovechar al máximo nuestros recursos y, considerando la elevada cantidad de energía y agua que se invierten en producir los productos lácteos, debemos aprovecharlos mucho más. Afortunadamente, hay muchas maneras de alargar la vida útil de tus delicias lácticas. Sigue leyendo para conocer algunas ideas nuevas para mantener tu cocina repleta de queso.

La mejor manera de almacenar el queso es mantenerlo sellado, utilizando una película adhesiva, papel de aluminio, papel pergamino o papel para hornear. ¡Esto evita que la humedad se escape de algunos quesos, a la vez que evita que los olores fuertes y penetrantes se transfieran a todos nuestros otros alimentos en la nevera! Sellar tu queso debe mantenerlo fresco durante algunas semanas, sin embargo, si ves alguna mancha de moho, puedes rasparla fácilmente.

Si tienes sobras de queso de untar o queso crema, hay muchas maneras de convertirlo en algo delicioso. Intenta batirlo y añadirlo a un relleno de pastel de queso ligero (y hacerlo aún más ligero con un poco de yogur). Un truco fácil y delicioso que puedes hacer con ese último trozo de queso para untar es preparar un sándwich de bayas y queso crema. Simplemente unta el queso, las bayas frescas y un poco de miel entre dos rebanadas de pan para un desayuno fresco y saludable que te satisfará completamente.

También puedes agregarlo a la masa para panqueques y gofres para sustituir parte de la leche. Es una excelente manera de obtener esa cantidad extra de proteína en tu dieta, especialmente si eres vegetariano. Intenta hacer tres tortitas con requesón combinando media taza de queso crema, media taza de avena tostada y tres huevos en una licuadora. Prepara un desayuno saludable y delicioso, que garantizará el comienzo de un gran día.

Las cáscaras se desechan con demasiada frecuencia, pero puedes aprovecharlas y preparar un aceite de parmesano fácil y riquísimo. Si te encuentras con más queso del que podrías comer, recuerda que siempre puedes congelarlo. Los quesos duros, como el queso cheddar, los quesos suizos o los quesos blandos, como el brie o el camembert, pueden envolverse y almacenarse en el congelador hasta por 6 meses. El queso crema también se puede congelar, pero no mantiene la misma textura, por lo que es mejor usarlo para cocinar una vez descongelado.

Si te sobra algo de queso de una fiesta o simplemente tienes un corte de queso en la parte posterior de la nevera, intenta batirlo en una salsa de queso simple. Es muy simple y combina muy bien con cualquier cosa, desde pasta hasta patatas. Incluso puedes usar cáscaras de quesos más duros para agregar un sabor más profundo. Es tan sencillo como calentar un poco de leche o crema a fuego lento, a continuación, ralla el queso que te quede. Puedes agregar un poco de harina para espesar la salsa, y cualquier condimento que te guste.

Para algo realmente rápido y sabroso, cubre una bandeja de horno con papel para hornear, ralla tu queso y forma pequeños discos presionando el queso. Luego hornea a 160ºC hasta que doren para obtener unos deliciosos aperitivos de queso que puede comerse frío o caliente. También quedan perfectos como guarnición para sopa.

Fuentes:
https://www.lovefoodhatewaste.com/article/love-cheese-read
https://www.bristol247.com/lifestyle/environment/dinners-in-the-bin/